19 de marzo de 2015 / General / En línea / Tarjeta de video
El mundo de los medios (en línea) es muy cambiante. Para ilustrar: hace unos 100 años, nadie había oído hablar de un televisor o una computadora, y mucho menos imaginaba cuán digitalizada sería nuestra sociedad en 2015. En la maraña de cambios, parece haber al menos una constante: el video. Edison fue el primero en mostrar imágenes en movimiento en 1893 con su proyector de películas Kinetoscopio. Al principio sin sonido y con una duración máxima de tres minutos, luego se hicieron películas reales que fácilmente podían durar horas. Hoy en día la gente descarga vídeos a sus ordenadores, utiliza 'Netflix' en masa y se desplaza diligentemente por los numerosos vídeos de YouTube. Está claro que nos encanta el vídeo online, pero ¿por qué nos gusta tanto? ¿Es posible que simplemente no nos cansemos de las imágenes en movimiento o es más complicado que eso?
Hoy en día, el vídeo representa aproximadamente el 91 por ciento de todo el tráfico de Internet. Las investigaciones muestran que casi nunca navegamos por Internet sin rumbo fijo, sino que normalmente buscamos específicamente determinado contenido. Resulta que YouTube es el sitio que más consultamos para vídeos online, seguido de Facebook. Estos vídeos se visualizan desde el ordenador, portátil, tablet o smartphone. El número cada vez mayor de vídeos en línea no sólo se ve con frecuencia en entornos privados, sino que también se consulta cada vez más en el lugar de trabajo. Son especialmente populares los vídeos educativos en los que se explica de forma sencilla un problema complejo. Dado que muchas personas son visuales, a menudo prefieren esto a la palabra escrita.
Además de obtener información, a menudo miramos vídeos para entretenernos. ¿Patos bajando por el tobogán? ¿Un perro persiguiéndose la cola? No podemos tener suficiente. Los vídeos también parecen ser los "culpables" de los paquetes de datos móviles cada vez mayores que necesitamos. Por ejemplo, los cinco juegos móviles más jugados en 2015 contenían vídeo, mientras que en 2013 no había ni un solo juego entre los cinco primeros con vídeo. Las aplicaciones móviles que adoptamos en masa, como Instagram y SnapChat, también han llegado a reconocer la importancia del vídeo. ¿Por qué se enviarían una foto unidimensional, cuando también pueden optar por el paquete completo de experiencia 1D? Sólo digo.
A estas alturas ya debería estar claro: los vídeos online se han convertido en una parte indispensable de nuestro panorama mediático. Aunque a todos nos gusta ver muchos vídeos online, a veces es agradable –y quizás necesario– cerrar el portátil y detener el continuo flujo de impulsos. A veces quieres concentrarte en una cosa a la vez y prestarle toda tu atención. Este es el momento en el que entra en escena la PixioCard, un producto innovador que combina vídeo e impresión. Una herramienta útil para que los emprendedores lleven un mensaje a su audiencia, sin tener que temer a la competencia online. Extremadamente adecuado para particulares como diversión, invitación original en forma personal. Ya sea que el producto se utilice como manual, Folleto, o invitación personal, el destinatario se sorprenderá de cualquier manera.
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